……a veces olvidamos lo afortunados que somos?
Y sin embargo; renegamos como niños chiquitos; o perdemos el tiempo dàndole importancia a cosas triviales de manera casi grotesca; y es tiempo que nunca recuperaremos….
Y cuando digo que somos afortunados; es cuando estamos relativamente sanos, con trabajo y con vida.
Esas tres bendiciones a veces no las valoramos realmente, y sobre todo, en esta era en la que la Caja de Pandora està del todo abierta.
Hago esta reflexiòn; porque hace pocas semanas; se me salieron las làgrimas dos veces en el mismo dìa; porque me sacudieron dos milagros modernos en Estados Unidos, los que me inspiraron.
Me hicieron darme cuenta de lo afortunada que soy en ciertos aspectos, porque al menos estoy completa; no me falta ninguno de mis sentidos, ni ninguna de mis partes fìsicas.
Me dejò tan impresionada el caso de la señora estadounidense Connie Culp, una ama de casa de Cleveland, Ohio; que en diciembre recibiò un trasplante del 80 % de su rostro; a raìz de terribles daños que recibiò; por un disparo que le propinò su propio esposo en el 2004.
El disparo le causò la pèrdida de un ojo y la nariz; y las mejillas quedaron destrozadas; asì como la mandíbula, y el labio superior.
Tras treinta operaciones fallidas, y de haber agotado los medios convencionales de cirugía; un equipo multidisciplinar de mèdicos de la Cleveland Clinic; le realizaron este trasplante tan delicado en el rostro; y sin duda; realizaron un milagro con ella; ya que la mujer de 46 años; aunque nunca serà una mujer con el mismo rostro que Dios le dio; al menos, ya tiene su cara normal.
Connie Culp no podìa oler, comer alimentos sòlidos, beber un vaso de agua, no tenìa gusto, ni olfato, y respiraba a travès de un orificio en la tràquea; y en la operación de 22 horas; le reconstruyeron los huesos de la cara, y recibiò el rostro de una donante; cuya identidad queda en el anonimato.
Ahora Connie Culp tendrà una vida normal; y su mensaje fue en conferencia de prensa: “Cuando alguien tiene una desfiguraciòn, o no es tan guapo como tù; no lo juzgues.”
Esa es una lecciòn de vida que no tiene precio en estos tiempos de obsesión por el fìsico, y por todo lo que es vanidad.
Y el mismo dìa; vi la entrevista que le hicieron en dos noticieros estadounidenses al militar George Perez de la 1 Brigada del 504º Regimiento de Infantería de Paracaídas; el que perdiò ambas piernas durante sus servicios a su patria bajo el gobierno de Bush; en la guerra con Irak.
Perez mostraba sus piernas artificiales de puro metal; con las que tendrà que convivir ahora; para poder movilizarse y tener una vida normal.
Su vocaciòn de deber y su valentìa; lo hicieron pagar un precio alto, y fue uno de los cuatro amputados de la 82 Divisiòn Aerotransportable que recibiò piernas metàlicas.
Perez tiene que acostumbrarse a caminar y a convivir con estos miembros frìos, pero que le facilitaràn la vida.
El joven lucìa optimista y felìz; y comentò que tiene la intenciòn de presentarse a una junta mèdica que le permitirà ir con su regimiento a Afganistán en algún momento del 2010.
Y esa es otra lecciòn; lejos de sentirse acomplejado o desterrado del mundo; George Perez pretende seguir su carrera militar ahora que ya tiene sus miembros artificiales, por lo que es una inspiración para creernos aquello de que “el cielo es el lìmite”.
Hace muchos años; un amigo español, Miguel Angel Martìnez, vocalista de la banda de rock alternativo de los 90s. Triàngulo de Eva; me contò como por puro descuido; montando su motocicleta a alta velocidad y bajo cierto estado tòxico; se estrellò.
Su cara pegò contra el pavimento, y se le rompiò en buena parte.
Miguel Angel tuvo que someterse a una delicadísima operación quirùrgica reconstructiva; y tuvo suerte de que su rostro, quedara otra vez en su lugar.
Aunque quedò normal; algún rasgo de su cara delataba el terrible percance que sufriò su humanidad; pero Miguel Angel nunca sintiò complejos.
Jamàs cambiò su espontànea y agradable personalidad; y en el escenario, era un personaje.
Su carisma y su bonita voz; hicieron que Triàngulo de Eva dejara sentado su nombre en la historia del rock nacional-
Siempre tomè el caso de Miguel Angel como el de un hombre afortunado.
Sus compañeros siempre lo admiraron por ello; lo mismo que cualquier allegado cercano a la banda, que conociese el episodio en la vida del rockero español.
Esa semana que vi esos dos casos de valor y de vencer un terrible destino; me acordè vivamente de Miguel Angel Martìnez; el que tambièn saliò adelante en la vida, a pesar de que por poco; se quedò sin cara.
Y después de escuchar estos tres casos; serà posible que nos sigamos quejando?
Y sin embargo; renegamos como niños chiquitos; o perdemos el tiempo dàndole importancia a cosas triviales de manera casi grotesca; y es tiempo que nunca recuperaremos….
Y cuando digo que somos afortunados; es cuando estamos relativamente sanos, con trabajo y con vida.
Esas tres bendiciones a veces no las valoramos realmente, y sobre todo, en esta era en la que la Caja de Pandora està del todo abierta.
Hago esta reflexiòn; porque hace pocas semanas; se me salieron las làgrimas dos veces en el mismo dìa; porque me sacudieron dos milagros modernos en Estados Unidos, los que me inspiraron.
Me hicieron darme cuenta de lo afortunada que soy en ciertos aspectos, porque al menos estoy completa; no me falta ninguno de mis sentidos, ni ninguna de mis partes fìsicas.
Me dejò tan impresionada el caso de la señora estadounidense Connie Culp, una ama de casa de Cleveland, Ohio; que en diciembre recibiò un trasplante del 80 % de su rostro; a raìz de terribles daños que recibiò; por un disparo que le propinò su propio esposo en el 2004.
El disparo le causò la pèrdida de un ojo y la nariz; y las mejillas quedaron destrozadas; asì como la mandíbula, y el labio superior.
Tras treinta operaciones fallidas, y de haber agotado los medios convencionales de cirugía; un equipo multidisciplinar de mèdicos de la Cleveland Clinic; le realizaron este trasplante tan delicado en el rostro; y sin duda; realizaron un milagro con ella; ya que la mujer de 46 años; aunque nunca serà una mujer con el mismo rostro que Dios le dio; al menos, ya tiene su cara normal.
Connie Culp no podìa oler, comer alimentos sòlidos, beber un vaso de agua, no tenìa gusto, ni olfato, y respiraba a travès de un orificio en la tràquea; y en la operación de 22 horas; le reconstruyeron los huesos de la cara, y recibiò el rostro de una donante; cuya identidad queda en el anonimato.
Ahora Connie Culp tendrà una vida normal; y su mensaje fue en conferencia de prensa: “Cuando alguien tiene una desfiguraciòn, o no es tan guapo como tù; no lo juzgues.”
Esa es una lecciòn de vida que no tiene precio en estos tiempos de obsesión por el fìsico, y por todo lo que es vanidad.
Y el mismo dìa; vi la entrevista que le hicieron en dos noticieros estadounidenses al militar George Perez de la 1 Brigada del 504º Regimiento de Infantería de Paracaídas; el que perdiò ambas piernas durante sus servicios a su patria bajo el gobierno de Bush; en la guerra con Irak.
Perez mostraba sus piernas artificiales de puro metal; con las que tendrà que convivir ahora; para poder movilizarse y tener una vida normal.
Su vocaciòn de deber y su valentìa; lo hicieron pagar un precio alto, y fue uno de los cuatro amputados de la 82 Divisiòn Aerotransportable que recibiò piernas metàlicas.
Perez tiene que acostumbrarse a caminar y a convivir con estos miembros frìos, pero que le facilitaràn la vida.
El joven lucìa optimista y felìz; y comentò que tiene la intenciòn de presentarse a una junta mèdica que le permitirà ir con su regimiento a Afganistán en algún momento del 2010.
Y esa es otra lecciòn; lejos de sentirse acomplejado o desterrado del mundo; George Perez pretende seguir su carrera militar ahora que ya tiene sus miembros artificiales, por lo que es una inspiración para creernos aquello de que “el cielo es el lìmite”.
Hace muchos años; un amigo español, Miguel Angel Martìnez, vocalista de la banda de rock alternativo de los 90s. Triàngulo de Eva; me contò como por puro descuido; montando su motocicleta a alta velocidad y bajo cierto estado tòxico; se estrellò.
Su cara pegò contra el pavimento, y se le rompiò en buena parte.
Miguel Angel tuvo que someterse a una delicadísima operación quirùrgica reconstructiva; y tuvo suerte de que su rostro, quedara otra vez en su lugar.
Aunque quedò normal; algún rasgo de su cara delataba el terrible percance que sufriò su humanidad; pero Miguel Angel nunca sintiò complejos.
Jamàs cambiò su espontànea y agradable personalidad; y en el escenario, era un personaje.
Su carisma y su bonita voz; hicieron que Triàngulo de Eva dejara sentado su nombre en la historia del rock nacional-
Siempre tomè el caso de Miguel Angel como el de un hombre afortunado.
Sus compañeros siempre lo admiraron por ello; lo mismo que cualquier allegado cercano a la banda, que conociese el episodio en la vida del rockero español.
Esa semana que vi esos dos casos de valor y de vencer un terrible destino; me acordè vivamente de Miguel Angel Martìnez; el que tambièn saliò adelante en la vida, a pesar de que por poco; se quedò sin cara.
Y después de escuchar estos tres casos; serà posible que nos sigamos quejando?
2 comentarios:
que increíble. gracias por este post! me sacudió bastante. =)
Que increíble la verdad , y somos tan llorones con algo pequeño que a veces nos pasa, bonito post!
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