Alfredo Kaegi, el siempre recordado vocalista de la banda de rock alternativo de los 90s, Sueño Digviana, que en el Nuevo Milenio, nos ha dado excelentes discos de música original; es un bohemio de primera, al que le encanta recorrer Europa y otros países; y es uno de los poetas del rock más prolíficos y admirados de nuestra escena.Alfredo es un chavo de origen holandés, criado en Honduras; y que es un enamorado de la música, especialmente del rock; que se inspira en las imágenes de Honduras, y en las situaciones cotidianas, y en los conflictos existenciales de las personas, para componer las canciones de Sueño Digviana.
Este músico es un claro ejemplo de que ser rockero no significa ser desocupado, inculto y todos esos clichés que les levantan a las personas dedicadas a ese arte; que cada vez, cobra más auge en Honduras.
Y lo decimos, porque Alfredo es un sobresaliente profesional de la ingeniería ambiental, que ha efectuado valiosos estudios en el exterior, y tiene un currículo laboral distinguido.
Es natural que Alfredo haya escogido esta rama; ya que el se crió viendo pinos, respirando aire puro, y amando la naturaleza; puesto que su familia siempre radicó en una casa en el Valle del Zamorano.
Alfredo egresó de ingeniero en la Universidad Católica en el 2003; y al año siguiente se fue a trabajar a la prestigiada Universidad de Cambridge en Estados Unidos, como Asistente de Investigación de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, una agencia científica del Departamento de Comercio de ese país; que se dedica a estudiar las condiciones de los océanos y la atmósfera.
A su regreso a Honduras en el 2005, Alfredo trabajó como Asistente de Investigación para la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano, a cuyos estudiantes el creció observando.
En el 2006, Alfredo siguió escalando posiciones, y fortaleciendo sus conocimientos, al trabajar para las empresas IHI y IADB, en las que fungió como Asistente de Monitoreo y Evaluación, a través de las cuales fundó proyectos de sostenibilidad ambiental y turismo; que tenían un valor de más de 45 millones de dólares.En el 2007, el talentoso rockero; fue coordinador de Investigación Científica y Uso Público para la Fundación Hondureña del Coral, teniendo a su cargo una estación científica en los Cayos Cochinos, en donde estamos seguros; pasó muy feliz.
Luego, Alfredo tuvo que dejar a Sueño Digviana, de la que por cierto se despidió un día antes con un programa especial de presentación del disco “Recuerdos de Acetona en Días de Invierno” en el 2007; el que grabaron con Rafael David.
Hambriento siempre de ser mejor; Alfredo viajó a Holanda a sacar una Maestría de Turismo y Medio Ambiente en la Universidad de Wageningen, grado académico que le permitirá obtener mejores oportunidades laborales.
Y entonces? Alfredo Kaegi es un vivo ejemplo de un músico de rock supeado y culto.
Felicitaciones para el amigo, del que nos sentimos orgullosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario